Este es el elemento más importante y el más abundante en nuestro organismo. Podemos subsistir alrededor de 10 semanas sin comer, manteniendo nuestras reservas de nutrientes, pero sin agua apenas sobrevivimos unos cuantos días.
La cantidad de agua en el cuerpo varía: al nacer,
aproximadamente el 75% de nuestro cuerpo es agua y en la edad adulta este
porcentaje disminuye hasta aproximadamente el 60%.
De las distintas funciones del
agua como nutriente para nuestro organismo, se destacan las siguientes:
- Se
encarga de transportar nutrientes al interior de las células,
ayudando a la vez a eliminar los productos de desperdicio de éstas.
- Participa
en la digestión de nutrientes.
- Ayuda
a la disolución de estos junto con la digestión mediante la
hidrólisis.
- Interviene
en dar volumen y forma a las células. Porque el agua en el interior
de estas ejerce una presión dándoles la forma adecuada.
- Evita
el roce en las articulaciones.
- Mantiene
la temperatura corporal mediante el sudor.
- Es
el medio líquido donde se encuentran disueltos todos los fluidos
corporales como la sangre, orina, heces, secreciones
digestivas, etcétera.
Existen determinadas situaciones en
la vida donde las necesidades de tomar agua aumentan como son:
- Cuando
tenemos fiebre.
- En
lugares donde hay una temperatura ambiental elevada.
- Cuando
se realiza ejercicio físico de manera intensa.
- Las
mujeres en la lactancia.
- En casos de diabetes descompensadas.
La manera directa de hacerlo es bebiendo agua, pero los alimentos
que ingerimos en las comidas también contienen agua, por lo que con una
adecuada combinación de ambos podemos cumplir con la dosis diaria de este
líquido vital.
El no tomar agua puede ser por pereza, falta
de ganas o de sed, estas son excusas para no abrir el grifo o destapar la
botella; para quienes las dan y para aquellos que notan que a pesar de beber y
comer alimentos con bastante agua su cuerpo no está lo suficientemente
hidratado van algunos consejos para aumentar
el consumo de agua de una manera fácil y que no suponga un
sacrificio.
- Compra
una botella, preferiblemente
de cristal, que tenga una boquilla
suficientemente ancha para que se puedan introducir trozos de fruta, como
fresas, sandía/patilla o limón; harás
el agua más sabrosa y beberás más sin darte cuenta.
- También
puedes endulzar esta agua con un poco de miel, tendrás agua con un sabor
dulce.
- No
olvides llevar siempre contigo esa botella, así evitarás la pereza de
ir por un vaso de agua.
- Acostúmbrate
a tomar un vaso de agua por la mañana en ayunas, te hidratarás, evitas el estreñimiento y activas el
metabolismo.
- Aproximadamente media hora antes de cada comida, ingiere un vaso de agua, no se te olvidará y mínimo tomarás tres vasos de agua al día con este truco.
- Otra
manera de motivarte para beber la suficiente cantidad de agua es marcarte
pequeñas metas, por ejemplo, beber una botella en una cantidad de tiempo
estipulada. Para este truco puedes hacer marcas en tu botella con el nivel
donde tiene que estar el agua en una hora concreta.
- Por
último, apóyate en la tecnología, existen numerosas aplicaciones móviles que controlan el nivel
de agua que ingieres, e incluso puedes establecer unas alertas en tu
smartphone para que te avisen cuando toque tomar un vaso
de agua. No se te pasará ni uno.
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