Dadi Janki
Directora mundial de Brahma Kumaris hasta el 27 de marzo de 2020 cuando falleció a la edad de 104 años.
Así como los pensamientos son lo suficientemente poderosos
como para crear objetos tangibles, también, cuando permitimos que nuestras
mentes divaguen, pueden producir miedo, ansiedad y temor que se experimentan
físicamente en el cuerpo. Conocer el efecto de los pensamientos en el cuerpo
físico nos permite ser conscientes y cuidadosos con los pensamientos que
producimos. Si generamos pensamientos positivos, estos tendrán un efecto
positivo en nosotros mismos, nuestro cuerpo, el entorno y quienes nos rodean. Del
mismo modo, los pensamientos negativos tendrán el efecto contrario.
Una vez que un pensamiento se ha pensado, no puede dejar de
pensarse ni de sentirse. Solo cuando comprendamos el poder de nuestra mente,
aprenderemos a elegir cuidadosamente qué pensar y por qué pensarlo.
Tomemos el ejemplo de una montaña rusa. Si piensas en una
montaña rusa, ¿cómo te hace sentir esto? ¿Sientes retortijones?
¿Sientes la euforia de un viaje rápido? ¿Quizás el viento en la cara? ¿O quizás
te sientes mal? Podrías sentir vértigo. Todas estas sensaciones pueden ocurrir
simplemente al imaginar una montaña rusa.
La mente tiene una enorme capacidad y tendencia a correr de
un lado a otro, como un caballo salvaje. Ahora podemos prestar atención a cómo
se siente cuando la mente pasa de una posibilidad a otra. Es muy probable que
se acumulen dolores de cabeza, estrés y tensión en nuestro cuerpo cuando la
mente está hiperactiva, rumiando constantemente sobre algo.
Continúa...

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