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Sanar los Elementos de la Naturaleza.

Los elementos de la naturaleza, normalmente agua, tierra, fuego y airea los que se añade el éter - para denominar el medio invisible que llena el universo- eran, para muchas doctrinas antiguas, los constituyentes básicos de la materia y explicaban el comportamiento de la naturaleza.

Los elementos de la naturaleza nos han servido por miles de años sin egoísmo, con amor y sin discriminación y los seres humanos, los hemos explotado y hemos destruido su belleza, también es claro, por todos los fenómenos del cambio climático, que los elementos están molestos, por ello, es hora de pedirles perdón por nuestras acciones erróneas, egoístas y avariciosas, y también, es tiempo de darles gracias por su protección, por su sustento, por su nutrición.

En el Raja Yoga conocemos siete cualidades inherentes al ser espiritual: Poder-Fortaleza espiritual, Pureza, Felicidad, Amor espiritual, Paz, Sabiduría y Gozo-Dicha, estas cualidades son la energía con las cuales el Alma Suprema, Dios, activa al ser espiritual y por ende al cuerpo físico y a los elementos de la naturaleza. 


De otra parte, algunos autores hindúes se refieren a la Psico-biología del ser humano, y relacionan cada una de las cualidades del ser espiritual como la energía que vibra en cada uno de los elementos. Así que la invitación es a vibrar las cualidades básicas meditando en ellas y sintiendo su energía particular para compartir tal vibración con los elementos y contribuir a su sanación.

En conexión con Dios, el Ser Supremo, se activa la 
fortaleza espiritual que se traduce en coraje, en valentía, en determinación, en estabilidad, y que se ocupa del elemento tierra.

El encuentro espiritual con el Alma Suprema activa la Pureza que se deja ver a través de las virtudes de inocencia, honestidad, limpieza, claridad, sencillez, confianza, y que cuida del elemento agua.

La unión con el Único, se traduce en Felicidad que se manifiesta a través del entusiasmo, la alegría, la dulzura, la satisfacción, la flexibilidad y la sonrisa, y que cuida del elemento Fuego.

En conexión con Dios, el Ser Supremo, se activa el Amor espiritual, que se traduce en generosidad, tolerancia, perdón, respeto, aceptación y que se ocupa del elemento aire.

El encuentro espiritual con el Alma Suprema, activa la Paz, que se deja ver en el silencio, la paciencia, la armonía, la calma, la serenidad, la cooperación, al mismo tiempo que tiene que ver con el elemento éter o espacio.

La unión con el Único activa la Sabiduría que se manifiesta en la fe, la verdad, la intuición, la madurez espiritual, la responsabilidad y el entendimiento, y que impacta positivamente a nuestro ser racional, también activa el Gozo-Dicha que se manifiesta en la bondad, la autoestima elevada, la introversión, la iluminación, el desapego, la libertad, la plenitud, y que cuida de nuestro ser emocional.

Así que hoy la invitación es a meditar, activar las cualidades espirituales y compartirlas con los elementos de la naturaleza a fin de ayudar, con vibraciones positivas, a la materia que nos ha sostenido por miles de años.


Por Elsa María Fríes

 

 

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