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Continuando con la introducción a la nutrición hoy es el turno de las vitaminas. Presentes en frutas, verduras, cereales y granos, productos lácteos y algunos tubérculos.


VITAMINAS

Vitamina A: Previene enfermedades, esencial para la visión. No se destruye al cocinar. Se encuentra en frutas amarillas y en vegetales amarillos y verdes, así como en el pimiento rojo, tomates maduros, remolacha, espárragos, col, perejil, ciruelas pasas, zanahorias, maíz, guisantes, albaricoques, productos lácteos, limón, alfalfa y diente de león.

Vitamina B: No puede faltar en la alimentación de los vegetarianos. La irritabilidad, el cansancio, la ansiedad por comer y el estreñimiento, son causados por la falta de esta vitamina. Se obtiene en la levadura de cerveza, cereales integrales, germen de trigo, frijol rojo y de soya, salvado, guisantes, espárragos, anacardos y otros frutos secos, perejil, malta, algarroba y en los derivados de la soya (miso, tamari).

Complejo B: Es el conjunto de las vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B7, B9 y B12 todas ellas importantes para que el organismo pueda funcionar adecuadamente, el complejo B nos ayuda en convertir los alimentos en energía para poder realizar las actividades diarias. Mantiene la salud del sistema nervioso central y en el sistema digestivo interviene en la producción del ácido clorhídrico y además ayuda a descomponer los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas. Generalmente se encuentran en lácteos, frutos secos y cereales.

Vitamina C: Necesaria para la formación de la sangre y los huesos y para la cicatrización de las heridas. No se almacena en el cuerpo, por lo que debe tomarse diariamente. Pele las verduras y frutas lo menos posible, pues la mayoría de los nutrientes están bajo la piel, cuando ésta no se corta ni se pela. Use un cuchillo afilado, porque reduce la pérdida de esta vitamina. Cocine las verduras por muy corto tiempo y consúmalas inmediatamente. En lo posible, use verduras y vegetales frescos. Esta vitamina se encuentra especialmente en las pasas de corinto, el brócoli, la alfalfa germinada, el perejil, el nabo y las frutas cítricas.

Vitamina D: Es necesaria para la formación de huesos y dientes. Se obtiene en la leche, el queso, los vegetales y las semillas. Los rayos del sol, en contacto con la piel, potencian que el cuerpo sintetice su propia vitamina D.

Vitamina E: Proporciona vitalidad, estado general de buena salud y tono de piel. Se obtiene en el pan integral, leche y sus derivados, nueces, vegetales verdes, germen de trigo y aceites vegetales.

Vitamina K: Necesaria para coagular la sangre. Se encuentra en las verduras verdes como la col y los guisantes verdes, espinacas, avena, papa, zanahoria, trigo, fresas. También la genera el propio cuerpo.

Vitamina F: Aunque se le llame así no es en sí una vitamina sino los ácidos grasos poliinsaturados que son imprescindibles para nuestro organismo (omega-3 y omega-6). Reducen los niveles de colesterol malo y aumenta los del colesterol bueno. Benéfico para el sistema cardiovascular. Fortalece el sistema inmunológico. Se encuentra en nueces, almendras, maní o cacahuates. Aceite de oliva, de girasol, de soya y de semillas.




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