Por Elsa María Fríes. Cuando el mundo está patas arriba, cuando tenemos conflictos entre las religiones, entre las razas, entre los países; cuando la ley no es justa, cuando los sistemas políticos y de gobierno no satisfacen las necesidades de los ciudadanos, cuando los sistemas socio-económicos hacen a la mayoría cada vez más y más pobre y a una minoría cada vez más rica, cuando la naturaleza presenta cada vez más turbulencias y caos, cuando todos en el planeta enfrentamos una pandemia, ¡es el tiempo de Dios! Es el tiempo en que los seres humanos estamos en tal debilidad espiritual que hemos traído al mundo a esta situación caótica, por ello es el tiempo de voltear nuestra cara hacia Dios, de entender que este tiempo es el momento en que Dios benefactor, incorporal, eterno, la Luz Suprema, viene al mundo terrenal para iluminarnos, para recrear al mundo a su propia imagen, y para darnos el poder espiritual que hemos perdido. Estamos en un momento del evento más significativo del mun