Un poderoso video vino a mí el otro día: El poder de los pensamientos, uno de los grandes enigmas de la ciencia. Llegó en el momento adecuado para mí y fue un recordatorio de lo poderosa que es nuestra mente.
En realidad, vivimos lo que nuestra mente quiere que vivamos.
Por ejemplo, podemos estar en un lugar soleado, rodeados de gente muy agradable y sin problemas. Y, sin embargo, podemos sentirnos infelices, de mal humor o sentir envidia de un@ amig@ que acaba de ser ascendid@.
Ahora, debido a ese estado mental negativo, comenzaremos a tener miedo de la luz del sol, a recordar las cosas malas que esas personas han hecho y alguna crisis lejana aparecerá en nuestra mente como si fuera real.
Lo contrario es cierto: podemos vivir en un lugar en el que la luz del sol se muestra unas pocas veces al año, estamos rodeados de personas que no conocemos o que no nos gustan, y tenemos una lista de problemas. Y, sin embargo, podemos ser felices, tener buen humor y felicitar de corazón a nuestr@ amig@ que acaba de ser ascendid@.
La razón es que un estado mental positivo nos hará ignorar los efectos negativos de la falta de luz solar, notaremos o recordaremos cosas buenas de las personas que nos rodean y podremos manejar nuestros problemas de una manera más metodológica o intuitiva.
Sí, todo depende del estado de nuestra mente.
Tal vez, no podemos cambiar la vida, pero podemos cambiar nuestra mente meditando o usando otras técnicas, y de esta manera, percibiremos la vida de una manera diferente.
Es muy posible que la vida entonces cambie. ¡Pruébalo!
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