1. Transmita su punto de vista de manera pacífica y respetuosa: a menudo, en diferentes situaciones de la vida, nos enojamos cuando los demás no están de acuerdo con nosotros y no respetan nuestra opinión. Sentimos que esto está mal y sentimos la necesidad de hacer algo al respecto. Podemos compartir nuestra opinión y también explicar por qué eso es beneficioso en la situación, pero sin tener ningún ego y con mucha paz y respeto.
3. Tómese el tiempo para dar su punto de vista, no sea crítico: una dimensión
espiritual muy importante de las relaciones es pensar antes de hablar porque
las palabras una vez dichas no regresan y también una vez que la otra persona
las ha escuchado no las olvida. Por lo tanto, ser asertivo es bueno, pero no
debemos abusar del poder y convertirlo en parte de las conversaciones de manera
positiva.
4. Haga que el amor de Dios sea parte de su naturaleza asertiva. Recuerde que
la asertividad debe estar llena del amor y la bondad de Dios. Solo así es
efectivo. El amor de Dios es importante porque también nos llena de amor
espiritual por la otra alma y también nos hace cuidar que es muy importante
siendo asertivos. Además, el amor en nuestro corazón asegura que no seamos
francos mientras seamos asertivos, sino que seamos muy suaves.
5. Escuche la opinión del otro y entiéndalo: en las relaciones, es muy
importante escuchar y darse cuenta profundamente de lo que la otra persona está
tratando de decir. De lo contrario, la asertividad puede ser muy mal utilizada
y afectar negativamente las relaciones. Cuanto más escuchemos la voz del
corazón de la otra persona, más seremos capaces de satisfacerla con nuestra
asertividad y comprensión mutua.
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