Uno de los retos mayores en el vegetarianismo, es aprender a reemplazar la proteína animal por la vegetal. De todos es conocido que las leguminosas como los frijoles de todas variedades, soja y sus derivados como leche, queso y carve, también lenteja, garbanzo, arveja, maní y otros contienen alta cantidad de proteína, y también la quinua y mucha variedad de vegetales y frutos secos.
Sin embargo,
hay una proteína viva que es muy nutritiva y la encontramos en los germinados.
Al germinar las
semillas se activan los nutrientes entre los que figuran vitamina E, C, A, K y del grupo B. Además, son
ricos en minerales, aminoácidos, clorofila y antioxidantes que protegen al organismo y enzimas que facilitan la asimilación de minerales y vitaminas.
¿Qué podemos
germinar?
Lenteja, frijol
mungo, garbanzo, alverja, quinua, linaza y otros.
GERMINAR EN CASA
- En frasco: se pone una pequeña cantidad de
semillas en el frasco (la cuarta parte del frasco) y se cubre con 3 veces
su volumen de agua. Se guarda a oscuras a 15-20ºC y se dejan hidratar toda
la noche.
Al día siguiente, se retira el agua, se tapa el frasco con una gasa o tela y se guarda al abrigo de la luz.
Una vez al día se escurre el agua, se cuelan y se vuelven a tapar y a dejar a oscuras.
En 4 o 5 días tendremos los germinados. Cuando ya estén listos, deberemos poner el frasco en un lugar donde le llegue luz solar para que los brotes activen su clorofila y se pongan verdes.
Para conservarlos, lo mejor es meterlos en un recipiente cerrado herméticamente en la nevera, con papel de cocina en la base o un paño fino de algodón que absorba la humedad.
- El tip para hoy: Da variedad a tus ensaladas,
sanduches y a todas tus comidas con proteína extra de gran calidad. ¡Agrega
germinados!
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