Aunque cada ser humano es un mundo completamente diferente de los demás, en realidad todos estamos unidos por siempre. La cooperación hace posible este paradigma.
En realidad se hace
difícil lograr esa contribución de todos hacia todos si hay baja autoestima, ya
que por su causa se suele tener muchas necesidades, vacíos, y por extraño que
parezca es eso lo que impide poder ayudar a otros e incluso recibir ayuda de
los demás.
El concepto de estar vacío y necesitar de otro que nos llene, hoy día ha perdido fuerza y es sólo una ilusión, ya que en cada ser humano existe un enorme potencial que sólo espera a ser redescubierto y entonces es posible cooperar con todos y recibir de ellos igual cooperación. Hay diferencia entre donar y cooperar, lo primero es dar sin esperar nada en retorno y es la base del servicio y la segunda es dar y recibir, es entregar unas habilidades, conocimientos, cualidades y virtudes para beneficio de los demás y el propio y a cambio de manera espontánea recibir la ayuda de los demás. Es de esta forma que aún la tarea más difícil se hace fácil.
Juntos, los seres
humanos pueden lograr que algo que se consideraba imposible, se convierta en
realidad.
Los poderes
espirituales son armas internas que nos hacen valientes, capaces de alcanzarlo
todo y estas armas son muy positivas pero nos hemos llenado de armas letales
como la ira, la arrogancia, el apego; y otros utilizan las lágrimas o su propia
debilidad como armas. Son esas armas las que debemos olvidar porque impiden el
trabajo en grupo; son las enemigas de la cooperación. La primera actitud para
convivir con los demás es respetarles su propio espacio.
Cuando tratamos la
introspección aprendimos a crear y reconocer nuestro espacio, con la
cooperación aprendemos a dejar que otros entren en él y contribuyan con su
creación sin que eso signifique perderlo ya que se trata de permitir que lo que
sé o lo que hago mal, se pueda equilibrar con la ayuda de otros.
El autor comparte
una experiencia personal cuando en otro tiempo conoció a dos personas que le
ayudaban en su casa: Rodolfo y Antonio. Rodolfo sabía muchas cosas de carpintería,
arreglar lo que se dañaba y transformar cosas, pero por alguna razón él no se
sentía cómodo con la ayuda de esa persona, se sentía acorralado, presionado. Con
el tiempo se dio cuenta el por qué. Es que Rodolfo quería imponer, exigir
condiciones, le hacía ver su superioridad por los conocimientos que poseía.
Cuando se fue del lugar, él experimentó el alivio. Antonio también era hábil en
este arte del bricolaje pero le hacía ver las cosas y le enseñaba sin que esto
se viera como imposición o manipulación, era fuerte a veces pero solía suavizar
las cosas y no hacerlas ver como órdenes, no se mostraba así mismo como el que
sabe e impone. En el primer caso se siente como si hubiera una deuda, como si
se tuviera que “pagar” por recibir ayuda. Con Antonio sentía como si fuera el
hermano mayor ayudando y enseñando a hacer cosas; no había imposiciones, no se
sentía que había una deuda.
En esto lo que hay es incondicionalidad en el caso de la segunda persona. Lo peor es hacer algo pero imponiendo condiciones: “Hago esto y tú me haces esto”. Cuando dejamos de tener expectativas hacia otras personas, ellas pueden crecer. El poder de cooperar es la capacidad que tengo de ayudar a otros, sin interferir realmente en sus vidas. Auxiliar con la consciencia de inspirar a otro. Es donar sin esperar retorno, si viene, está muy bien, pero si no, también estoy feliz por haber contribuido.
El autor comparte
su experiencia de satisfacción cuando da seminarios y conferencias de forma
gratuita y nunca ofrece a la audiencia menos de lo que brinda cuando cobra,
aunque ha recibido críticas por ello: “las personas no van a apreciar algo por
lo que no pagan”
El autor invita a
que invierta parte de su tiempo en trabajo sin cobrar y experimentar la
satisfacción que esto produce. La razón es que estás ampliando tus
conocimientos en las habilidades que se poseen y se está colaborando a que los
demás amplíen sus propios conocimientos.
El autor menciona
el libro de Peter Drucker, La sociedad Post capitalista donde se menciona que
cerca de la mitad de adultos norteamericanos, más o menos 90 millones de
personas, dan tre3s horas semanales de trabajo no lucrativo y resalta la
belleza de esto.
Un punto muy
importante es que cuando se hace trabajo para ayudar a otros sin ánimo de
lucro, otros van a querer ayudarme. Para las personas que realizan actividades
altruistas, siempre hay manos listas para sostenerlas, para soportarlas.
Una de las más importantes
yogis del mundo que este año se fue, tenía
una salud frágil, problemas de salud que casi nadie notaba (104 años al partir)
y sin embargo siempre estaba lista para servir, viajaba por todo el mundo
derramando su sabiduría en muchos escenarios E impartiendo enseñanzas para una
vida más valiosa a enormes grupos de personas que disfrutaron de la
transformación lograda a través de la espiritualidad, lo tenía todo sin poseer
nada.
Pero no se trata de
hacer las cosas y no recibir, no, siempre lo que hacemos desinteresadamente,
con amor y deseo de servir, en algún momento se devuelve como si hubiésemos
sembrad una semilla y esta semilla siempre da su fruto.
Hay un taller que
quiero transcribirles para cuando comparta sanamente con sus familiares y
amigos.
1.
Consiga periódicos viejos,
revistas, papel usado etc., tijeras, cintas adhesivas, marcadores, pedazos de
madera.
2. Divida las personas en grupos
3.
La tarea consiste en que cada
grupo forme una torre con esos materiales en un tiempo específico (10 minutos);
la torre debe ser sólida
4. Terminado el tiempo, los grupos
que terminaron deben ayudar a los otros enseñándoles cómo usar los materiales, dándoles ideas de
creatividad, etc.
Aparte
de la diversión, las personas van a desarrollar un alto sentido de participación
y cooperación.
Algunos
de los beneficios de la cooperación. Cada uno puede aumentar esta lista.
·
Motiva la participación de todos
·
Inspira nuevas ideas y cambios en
un proyecto original
·
Hace que lo imposible se haga
posible
·
Elimina la carga de las tareas
·
Aumenta la amplitud mental
Resumen
· Cada ser humano es un verdadero
mundo, aparte de todos los otros. Pero en ninguna película o historia de
ciencia ficción se imaginó un universo tan lleno de mundos unidos
perpetuamente.
· La primera actitud para convivir
con otras personas es respetarles su propio espacio.
· Cuando dejamos de tener
expectativas hacia otras personas, entonces ellas pueden crecer.
· Trabajar es bueno, es la mejor
cosa que el ser humano puede hacer. Y cuando se trabaja un poco sin cobrar, se
tiene la sensación de estar libre para desempeñar de la forma más creativa
posible todas las labores, hacer experimentos con todos los talentos naturales
que ya tenemos.
· Necesito saber dónde estoy
invirtiendo mi tiempo, energía y dinero, pero sin el sentimiento egoísta.
· Sinergia en términos humanos es la
habilidad de realizar una tarea mediante el aporte de todos los demás.
· Siempre que logro que otros
participen es cuando les doy la clara percepción de su misión y particularmente
de que no soy yo quien va a ser alabado, por una causa tan grande.
· Todo es factible si hay
cooperación.
· Cuando trabajo con otros, escucho
nuevas opiniones, veo con otros ojos la misma situación, pienso con otras
cabezas.
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