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Carbohidratos y grasas

CARBOHIDRATOS O HIDRATOS DE CARBONO

Como su nombre lo indica, son compuestos químicos formados por carbono, hidrógeno y oxígeno. Están presentes en los alimentos en diferentes formas y porcentajes y su función es dar calor y energía al organismo. En las frutas encontramos los azúcares sencillos, los carbohidratos complejos en los cereales completos como harina de trigo integral, avena, arroz integral, productos de masa de maíz, palomitas, centeno, cebada, y mijo.


Comer demasiados carbohidratos en forma de alimentos procesados, con altos contenidos de almidón o azucarados puede causar obesidad, diabetes o acelerar el envejecimiento. Limitar drásticamente los carbohidratos puede causar cetosis. La cetosis sucede cuando el cuerpo utiliza la grasa para producir energía debido a que los alimentos no aportan suficientes carbohidratos para que el cuerpo los utilice como fuente de energía. Hoy en día existe la dieta cetónica, basada en ese principio, pero es una dieta que solo se puede hacer con la guía de un nutricionista o un médico.





GRASAS


Aunque suene raro, la grasa es un tipo de nutriente. Es una buena noticia para los que nos gusta la mantequilla de maní, pero cuidado: es necesario un poco de grasa en la dieta, pero no demasiada.

La grasa es una fuente de energía y ayuda al cuerpo a absorber vitaminas. También tiene un rol importante en los niveles de colesterol, para formar tejido nervioso y hormonas, y para controlar la inflamación. La grasa también ayuda al cuerpo a absorber vitaminas A, D, E y K a partir de los alimentos que se ingieren.


Consumir demasiada grasa puede contribuir a la obesidad. Las calorías que provienen de la grasa se transforman en grasa más fácilmente que los carbohidratos y las proteínas. Además, el consumo de grasa en la dieta puede confundir el apetito ya que causa una sensación de llenura, de modo que uno puede sentirse lleno sin estarlo y como consecuencia, desnutrido. Algunas grasas también elevan la presión arterial (sanguínea) y el nivel de colesterol total, y pueden aumentar el riesgo de padecer algunos cánceres, enfermedad del corazón y diabetes.



Se consiguen en los derivados de la leche. Cocinar con aceite de olivas, canola, girasol, maíz y linaza no produce colesterol. Los frutos secos, el ajonjolí, las semillas y aceitunas también contienen grasas buenas, así como el aguacate.

Entonces, ¿Qué hacer? Usar aceite de olivas extra virgen para las ensaladas, consumir aguacate unas 3 veces por semana, si eres vegetariano debería ser diariamente,  beber agua en cantidad suficiente – determinada por tu médico- y en cuanto a las frituras, puedes freír en alguno de los aceites arriba mencionados, lo que más daño hace es reutilizar la grasa una y otra vez, si piensas en hacerlo  por economía debes reponer, o sea, agregar aceite nuevo en una proporción del 70%, vale decir que por cada taza de aceite usado debes agregarle ¾ de taza de aceite nuevo.



 

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