Dadis Prakashmani, Janki y Gulzar.
Tres RajYoguinis extraordinarias que destacaron por su
incansable servicio a la humanidad, siempre vivieron su propósito de elevar la
conciencia de los seres humanos mediante todas sus acciones, todas ellas
consiguieron controlar los órganos de los sentidos y aún controlar la mente y
el intelecto y construyeron a su voluntad los rasgos de personalidad que
querían mostrar al mundo como su ejemplo de vida. Todas alinearon sus
pensamientos con sus sentimientos, actitudes, palabras y acciones, y así
mostraron al mundo su integridad desde un corazón limpio y amoroso por Dios y por
el mundo.
El silencio fue su valor más querido, así que sólo
pensaban lo necesario y por lo demás la mente la tenían silenciosa, siempre
meditativas, siempre tomando sostenimiento de Dios, siempre viéndolo sólo a Él
en una relación dulce, amorosa y muy cercana, Dios fue el compañero de las tres
durante toda su vida, su presencia muy silenciosa traía la presencia de Dios a
donde se encontraban.
El amor fue su energía que se manifestó en el sentido
de familia que prima en la organización y en los buenos deseos y sentimientos
puros por todos, que motivaron a que cada uno aportara desde la propia
especialidad, sin expectativas del rol de nadie; siempre motivaron a los más
altos logros, dando coraje y valentía a todos para que cada uno realizara el
propio propósito a la vez que el servicio de la Universidad.
La felicidad de ser conscientes de ser un valioso
instrumento de Dios para el mundo y de realizar su propósito personal de
servicio a la humanidad, se proyectó sobre todos, nunca causaron dolor a nadie,
siempre humildes, siempre ejemplo de autodisciplina, de cumplimiento de leyes y
normas a la vez que siempre listas para el fluir inesperado de la vida.
Su reflexión profunda en el conocimiento espiritual
del Raja Yoga y su compartir amistoso, vertidos al mundo, las llevó al
reconocimiento y respeto tanto de la familia espiritual de Brahma Kumaris, como
del mundo que recorrieron incansable y servicialmente.
Su ejemplo en el manejo de recursos dejó lecciones de
honestidad y transparencia profundas, enseñaron que, las donaciones que dan
para la Universidad quienes son servidos por ella, se valoran al punto que no
se puede desperdiciar ni un grano de arroz y se usan sólo en acciones de
sostenimiento del servicio espiritual mundial.
Cuando Dadi Prakashsmani inició su labor en enero de
1969 inició el crecimiento de Brahma Kumaris en toda la India, cuando Dadi
Janki tomó las riendas en 2007 incrementó el crecimiento de la organización en
todo el mundo, y cuando Dadi Gulzar asumió en 2020, la virtualidad trajo una
expansión ilimitada del servicio de la Universidad.
¡Amor y gratitud para las tres Dadis, mujeres y
lideres extraordinarias que enseñaron el liderazgo del silencio, del amor y de
la felicidad!!!
Por Elsa María Fríes
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