La raíz del sufrimiento es el apego, porque el apego nos ata a uno.
Ser verdaderamente libre significa aprender a amar y apreciar sin dejar de ser independiente.
El estado mental o la tarea de los demás no influye negativamente en las propias respuestas al entorno exterior.
Existe la capacidad de ser libre y expresar las propias especialidades sin ser colorado.
Si no puedo mantenerme libre del apego, estoy sufriendo constantemente.
Debido a que estoy apegado, dependo de alguien o de algo para lo que he creado un espacio en mi mente.
Cuando esa persona u objeto es criticado, descuidado o no conmigo, siento dolor en mi mente y experimento una sensación de pérdida.
Entonces no soy capaz de amar.
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