1. Practique la pausa cuando haya una situación difícil. Una respuesta común a situaciones negativas es pensar más inmediatamente y eso crea prisa en las acciones. Detener lo que estés haciendo y crear algunos pensamientos de paz, positividad y poder en ese momento ayuda a ralentizar los pensamientos y mantenerlos enfocados y libres de prisas.
3. Reflexione profundamente y reorganiza tu tiempo mentalmente. Nos apresuramos cuando de repente se nos presenta una situación que espera más de nosotros de lo que estamos acostumbrados. En esos momentos sentimos que tenemos muy poco tiempo y nos apresuramos. En cambio, debemos ir hacia adentro y estirar el tiempo siendo flexibles y luego comenzar nuestro trabajo nuevamente con un cronograma de tareas nuevo al habitual. Esto reducirá nuestra prisa.
4. Experimente a Dios por unos momentos y tome su guía. A veces, cuando estamos en el trabajo o en nuestras familias y hay mucho que hacer y hay muchas tareas pendientes y plazos de entrega, es bueno unir la mente y el intelecto. con Dios y tomar Su guía, lo que nos hace estables y libres de prisas y también hace que nuestra mente sea más organizada y eficiente.
5. Lea y escuche sólo lo que sea necesario. Una de las razones por las que nuestros pensamientos son cada vez mayores y también nos sentimos cansados y apurados por eso, es que comenzamos nuestro día con el periódico y la televisión y durante todo el día pensamos. y discutimos mucho sobre lo que están haciendo los demás, lo cual no es necesario. Necesitamos evitar esto y leer, hablar y escuchar de manera más positiva y económica.
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