Rutinariamente esperamos que las personas sean y hagan cosas que sean consistentes con nuestras propias cualidades, valores y metas. Si alguien comienza a cumplir con nuestras expectativas hasta cierto punto, creemos que nos ama. Incluso mentalmente escribimos guiones de cómo van a satisfacer todos nuestros deseos, debido a su amor. Y el día que se quedan cortos o no se ajustan a nuestras necesidades por cualquier motivo, nos resentimos.
Toma este momento para enseñarle a tu mente que cuando las personas no son como
nosotros, no implica que no nos amen.
Meditación
Soy un ser feliz. Soy feliz siendo a mi manera. No tengo expectativas de nadie. No busco el amor de ellos. Yo soy amor... Yo irradio amor a todos. Doy consejos.... sin expectativas. Las personas pueden obedecerme o no...
Me aman... pero es posible que no puedan hacer lo que digo... No comparo sus acciones con su amor por mí. Me aman pero no pueden hacer lo que les pido que hagan en este momento... no pueden escucharme... son incapaces de implementar mi sugerencia... se comportan de acuerdo con su proceso de pensamiento...
Su
naturaleza... su capacidad... su prioridad... lo cual puede que no coincida con
el mío. los entiendo No espero que sean a mi manera... Le hablo a mi mente...
Le explico su perspectiva. Mi mente no cuestiona su amor por mí… me escucha y
se calma. Respondo con una energía de amor y respeto. No necesito nada de
nadie.
Repite esta afirmación varias veces para cambiar la definición de que quien nos
ama hace exactamente lo que queremos que haga.
Una vez que separas el amor de
las expectativas, comprender a las personas y aceptarlas se vuelve natural.
Comentarios
Publicar un comentario