Por Elsa Fríes
Desde la perspectiva de Brahma Kumaris, ser un observador
desapegado en las relaciones interpersonales es una práctica espiritual que
puede llevar a una mayor paz interior y armonía en nuestras interacciones con
los demás.
Cuando estamos atentos a no implicarnos emocionalmente en las situaciones podemos valorar con atención, con un buen análisis y un mejor discernimiento, sin la distorsión de nuestras propias emociones o prejuicios y así decidir las respuestas que se necesitan.
Cuando observamos de forma desapegada, podemos fomentar nuestra apertura a nuevas perspectivas a la vez que ser más creativos y productivos en las respuestas a las situaciones o a las personas en las relaciones interpersonales.
Cuando observamos sin involucrarnos emocionalmente en las circunstancias de un momento determinado podemos ser eficaces encontrando soluciones a los problemas y conseguimos no reaccionar emocionalmente a lo negativo lo que puede llevar a interacciones más saludables y armoniosas.
Observar con desapego puede ayudarnos a mantener la paz y la calma interior, incluso en medio de situaciones difíciles.
Tengo el poder de la perspectiva
del observador desapegado…, como un pájaro, abandono la tierra… y, a medida
que vuelo más y más alto, comienzo a ver una imagen más grande…, en comparación
con cuando estaba en el suelo... Al ver la imagen completa, tengo una
perspectiva completamente diferente... Realmente puedo ver claramente qué
hacer… así no reacciono, sino que respondo con lo que es correcto y preciso a
cada persona y a cada situación…
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