Ir al contenido principal

Mal - estar Espiritual - 3

Por Elsa María Fríes

Mal-estar espiritual es la condición de la conciencia por haber perdido su auto-reconocimiento y haber generado apego a una falsa creencia, algunos mal-estares tienen que ver con querer que los demás hagan lo que uno quiere o como uno lo quiere, o rechazar a quienes no cumplen con nuestras expectativas, y también querer tener la razón siempre.

La emociones síntoma de estos malestares son irritación, frustración, desánimo, ira y sus muchas variaciones, en ocasiones miedo subyacente.  Los pensamientos característicos se parecen a los siguientes: Deberían hacer lo que yo quiero… Debería controlarlos más…

No saben lo que están haciendo… Sólo hay un modo correcto de hacerlo y es como yo lo hago… No puedo soportar a esa persona…

Derivado de tales emociones y pensamientos los comportamientos que evidencian el mal-estar son: Gritón, tendencia a ignorar a los demás, criticón, tendencia a atacar, malhumorado. Rígido, bloqueado, inflexible. Actitud cerrada a nuevos modos de ver o hacer.

Tendencia a evitar a algunas personas, agresivo, controlador, reacción de resistencia.

 Las falsas creencias detrás de todo esto rondan por:

Los demás deberían hacer lo que digo. Son otros los responsables de mi felicidad.

Siempre tengo razón. Tengo razón y soy el que más sabe.

No puedo aceptarlos ni llevarme bien con ellos, deberían ser como yo.   

El ser consciente que mantiene bienestar espiritual reconoce que solamente puede controlar su mundo interior, está libre de querer controlar a los demás, comprende que la gente y los acontecimientos no son quienes le dan felicidad ni le despiertan su enfado sino que él mismo es el responsable de la respuesta emocional frente a las personas y las situaciones. También es un ser abierto y flexible que integra diversas maneras de percibir y responder a las personas y a las situaciones comprendiendo que el modo personal es sólo una de las opciones de pensamiento o de acción, en fin, un ser capaz de integrarse con todos, aún con quienes no cumplen con sus expectativas. 

Para conseguir bienestar hemos de instalar las creencias verdaderas meditando sobre las siguientes ideas:

 Integro nuevas visiones, nuevas maneras de percibir, nuevos modos de dar sentido a la vida cotidiana, me libero de viejas creencias y alivio el alma dándome cuenta de lo que es verdad para mi. Flexibilizo mi pensamiento para aprender de los demás.

Reconozco que nadie me hace enfadar nunca. Comprendo que la gente y los acontecimientos viven su propio ritmo y no están para hacerme feliz o infeliz.  Es mi responsabilidad la reacción que tenga frente a ellos, yo solo tengo dominio de mi propio mundo interior, me libero de querer controlar lo incontrolable y genero liviandad, alegría, felicidad.

Cualquier ser humano es único y diferente y cada uno tiene una personalidad distinta.  Aprecio mi carácter único, acepto, aprecio y valoro la variedad de los demás y así hago crecer virtudes y atributos en mí.  Reconozco que no es lo que las personas digan o hagan lo que me molesta, sino lo que yo pienso de eso, así que amplío mi pensamiento dando cabida a la diversidad.

Comentarios