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Meditación para el bienestar

Desconéctate por unos minutos de las situaciones externas de los ruidos, del caos y la inseguridad que se vive y acompáñame en este viaje de exploración del mundo interno. 

Siéntate cómodamente, tranquilo y comienza a tomar conciencia de este momento el momento presente, toma la llave de la determinación para entrar en tu espacio interno, ese espacio donde solamente tú puedes entrar cierra las puertas del pasado, cierra las ventanas del futuro…

 
Y enciende la luz de la conciencia y la conciencia del ser que realmente eres; el ser que está más allá del nombre, de la forma física, del género de los roles, de relaciones el ser espiritual que brilla y resplandece aquí en el centro de la frente vamos a invitar a la mente.

Vamos a aprovechar el poder que tiene la mente de visualizar para que nos muestre en la pantalla y nos traiga un punto de energía, una estrella o una llama algo que genera luz, es la luz en reconocer lo que realmente soy, es volverme a conectar con mi esencia de paz y cuando la mente se concentra está aquí conmigo y visualiza me ayuda a conectar y a experimentar la armonía, la tranquilidad…y de esta manera va surgiendo la experiencia de paz, la paz que es símbolo de equilibrio, de ecuanimidad. 

La paz que me permite discriminar de manera objetiva y analiza, evaluar y tomar decisiones y yo acudo a mi libertad interna de permanecer en está conciencia de experimentar mi estado de equilibrio de armonía interna, de mis pensamientos, mis sentimientos, mis emociones y vamos cultivando ese estado de tranquilidad. 

Es como si fuera un lago de agua tranquila, calmada que fluye que solamente se mese suavemente, por la corriente de pensamientos positivos, de esperanza, de tranquilidad… de armonía, de bienestar y de esa manera en ese lago yo comienzo también a reconocer y a conectarme con esa fuente de paz y para eso voy a ir en un viaje de exploración, voy a ir con las alas de la mente, del intelecto más allá de la dimensión física de todo aquello que yo percibo y reconozco.

Más allá de sistemas, de constelaciones, de galaxias y con la fuerza de la experiencia que hay registrada dentro de mí, dentro del alma voy conectándome con una dimensión de luz roja dorada, una dimensión de paz, de silencio y ahí me visualizo como si estuviera en ese lago, en ese mar, en ese océano de silencio alimentado por esas olas de paz que vienen de una fuente superior, del ser supremo, del espíritu supremo ese ser llamado Dios que la distancia brilla se establece con el sol…

Me sumerjo en esa experiencia de paz, permanezco en la compañía de ese ser que me alimenta, que me acompaña y disfruto de esa compañía, de ese ser que me alimenta, que me acompaña, que me anima, que me da la sensación, que me da la experiencia de seguridad, de tranquilidad y entra en esa corriente de energía pura, limpia que reconforta, que tranquiliza. 

Disfruto de esa experiencia me sumerjo y vuelvo y salgo y visualizo esa chispa de luz resplandeciente del sol espiritual que es Dios es energía y que me alimenta a mí el alma y también soy esta chispa de energía…esa conexión me da una relación, una relación del hijo encontrándose con el padre. 

El padre abrazando y reconociendo al hijo…y con esa experiencia voy retornando a mí espacio interno y ahora guardo en lo más profundo del corazón esta experiencia para utilizarla en momentos de incertidumbre, de miedo. 

Nuevamente abro las puertas, las ventanas y ahí estoy dispuesto a continuar con esta otra mirada, con este otro nivel de conciencia, este estado me permite fluir en las circunstancias en las que estoy viviendo.

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