Por Elsa María Fríes
El 10 de septiembre, se celebró
el Día Internacional de la Prevención del Suicidio, para
conmemorarlo nos reunimos a meditar donando amor desde un gran corazón.
Una reunión muy emotiva y sanadora que se introdujo con el
compartir de una de las participantes quien nos participó su experiencia de
haber vivido el suicidio de un miembro de su familia y que terminó con una
meditación donde todas nos sentimos madres del mundo para donar amor, desde un
gran corazón compasivo a todos quienes han fallecido por suicidio o quienes
tienen la intención de suicidarse.
Nuestra querida amiga compartió que se recibe tal terrible
noticia y al principio hay caos total, incredulidad e inmenso dolor, desde el
cual, todos quieren encontrar culpables y respuestas a un montón de preguntas
que nunca se resolverán. Y después a recibir los comentarios de
quienes, desde creencias religiosas, infringen más dolor a los
adoloridos deudos al señalar que el fallecido no merece perdón ni un oficio
religioso.
Desde la espiritualidad entendemos que lo que sea que pasó estaba escrito y así tenía que suceder y también entendemos que para Dios todos son hijos, y a todos ama igual, con aciertos y desaciertos que El no mira, pues Dios sólo ve la perfección de cada uno de sus hijos, y si Dios no juzga, ¿Quiénes somos los humanos para juzgar con ojo tan severo?
Así que mejor meditamos en el amor compasivo que nos
enseñó Dadi Janki, Directora de Brahma Kumaris:
Compasión. Una persona compasiva
sabe ver en los demás las cualidades que los hacen especiales.
Aun cuando alguien esté en su peor momento, es
posible ayudarlo a recuperar la confianza en sí mismo si se conserva una visión
clara de todo lo bueno y especial qué hay en él.
Si sé dar aliento con delicadeza,
nunca daré a nadie por perdido.
Ahora, asume la Compasión…, siente que eres un gran
donador…, colma tu corazón del amor incondicional de Dios… y conviértete en una
catarata de amor que baña a quienes padecen ansiedad, depresión o enfermedades
emocionales… y especialmente a quienes tienen intención de suicidio… o
quienes han fallecido por lo mismo...mira que el amor lava sus heridas… las
sana… y se convierte en agua de vida… mira que esas almitas se sienten
especiales… confiadas… valoradas… protegidas… muy amadas… siente que la luz y
el poder de Dios las envuelve y les da poder para asumir la vida de una manera
más fácil…
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