Por Elsa María Fríes
En la filosofía del Raja Yoga el concepto de pureza deviene de la
espiritualidad y posee dimensiones muy profundas que hoy vamos a intentar poner
en términos sencillos.
Conciencia Pura es la realización de la plenitud de la potencialidad del
ser espiritual y la realización de la verdad. Conciencia Pura es mantener la
conciencia, la visión, la actitud, los sentimientos y la intención en total
estado de pureza; es pensar, sentir y actuar desde lo divino del alma, desde lo
más elevado del corazón del ser espiritual.
Para llegar a la Conciencia Pura el ser espiritual tiene tal conexión de
amor con la energía de Dios, que crea en su interior un fuego purificador en el
cual Dios inyecta pureza que extrae las impurezas de negatividad que están en
el alma y la conduce a experimentar la verdad y la plenitud.
Conciencia Pura es mantener el hilo de conexión con la Energía Suprema de forma permanente a fin de que la Divinidad purifique al ser al punto que los pensamientos, las palabras y las acciones se realicen congruentes con los valores profundos del alma iluminada.
En Conciencia Pura un maestro iluminado es ejemplo de transformación
para el mundo de tal forma que quienes lo rodean son inspirados a transformarse
de seres humanos corrientes en seres humanos iluminados.
En Conciencia Pura se mantienen valores profundos, unificados y
holísticos, y la vida de la realidad cotidiana se corresponde cabalmente a esos
valores.
En Conciencia Pura el ser se transforma en amor puro y lo manifiesta
entregando su vida de forma altruista e ilimitada a la humanidad como su
auto-realización.
En Conciencia Pura el ser espiritual vive en estado de paz absoluta, de
plenitud, de satisfacción, de felicidad y esta realización se transmite a toda
la atmosfera que le rodea.
En Conciencia Pura el ser es inmune a la influencia externa, recupera
totalmente la autoestima, pierde el miedo y la animosidad, así no se preocupa,
ni se enoja, ni se coloca a la defensiva ante la debilidad de los demás.
En Conciencia Pura el ser es un agente de cambio invaluable tal como lo
fueron los líderes de Brahma Kumaris: Mother Jagadamba Saraswati, Pajapita
Brahma, Dadi Prakashmani, Dadi Janki, Dadi Gulzar, cuya presencia se ha
desdibujado y se ha hecho incógnita en la medida en que su reconocimiento de
Dios, la Energía Suprema, fue tal que aún es diáfana su señal de que es El
UNO el que los hace hacer tan extraordinario papel frente a la
humanidad.
Uno de los más
grandes desafíos de este tiempo para todos es hacer lo que hicieron estos
líderes, concentrarnos en Dios y en el aspecto positivo de nosotros mismos y
hacer algo constructivo para llevar a cabo un cambio en nosotros y en nuestro
entorno inmediato pues estamos acostumbrados a ver la negatividad que existe en
el mundo, sin embargo, al dirigir constantemente nuestra atención hacia ella,
no hemos conseguido cambiarla, la propuesta es: ¡centrémonos en Dios
como objeto de nuestro recuerdo y cambiemos nuestros pensamientos, nuestros
sentimientos, nuestra visión y nuestras acciones a aquellos que son pacíficos,
amorosos y felices y así cambiaremos el mundo!
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