Por Luciana Ferraz - Coordinadora de BK Brasil.
Hablar de empoderamiento significa
prepararnos para vivir en este mundo. A veces me pregunto: ¿cómo es posible
vivir en este mundo tan complicado, tan difícil sin la práctica de la
meditación, sin una práctica para empoderarse?
Comencé este camino espiritual hace
cerca de 40 años, yo era muy joven en esta época, agradezco la oportunidad de
ver que mi vida se tornó muy significativa y especialmente por la práctica de
la meditación regular, constante y diaria.
Pienso que el estudio espiritual tiene un rol muy importante. Nosotros
tenemos que limpiar nuestras almas, así como limpiamos nuestros cuerpos con el
agua, así que, la práctica y el estudio diario son los métodos principales que
yo utilizo para mi empoderamiento personal.
La (o) invito a realizar una
experiencia corta de meditación:
siéntese de una manera cómoda para que pueda dejar de lado, fuera de su
mente, sus compromisos, sus preocupaciones, sus responsabilidades. Es una
oportunidad única de poner atención a su propia respiración. Esta práctica nos
ayuda a concentrarnos. Simplemente observe que
su respiración sea larga y profunda, entonces, va llevando su atención al
centro de su frente, ahí donde los antiguos nos enseñaron que tenemos un tercer
ojo, que es el ojo de la conciencia, el ojo de la sabiduría. Nos quedamos un
ratico simplemente observándonos, calmándonos, creando un estado de serenidad y
de quietud…y al volver estoy más tranquila (o), más preparada (o) para los
momentos siguientes. Om Shanti significa
“yo soy un ser de paz” es una manera de terminar la meditación, recordándonos
quiénes somos verdaderamente.
Volviendo al tema que nos ocupa, la mayoría de
las personas buscan el empoderamiento a través de métodos externos, muchos
buscan a través de un curso, de diplomados, de lecturas, o buscan tener buena
posición en la sociedad, en su trabajo, buscan tener autoridad, fama,
reconocimiento, o sea, hay muchos métodos para sentirse poderoso y esto también
se acompaña del deseo de tener riqueza material. No es malo tener poder o bienes físicos, pero
muchas veces para poder encontrar, tener o desarrollar ese poder, nosotros nos
volvemos arrogantes, autoritarios y expresamos nuestra fuerza de una manera que
nos aleja de la espiritualidad.
La mayoría de las veces este poder
que creamos a través de métodos exteriores sacrifican la atención interior de
cuidar de mi propia vida, de mi propio estado interior, incluso de donar
atención a mi familia, o de donar atención a mi salud y bienestar. Vemos que
muchas veces el empoderamiento exterior nos saca del estado de equilibrio en
nuestras vidas. Somos personas
importantes, pero no somos personas felices, somos personas que tenemos el respeto
de la gente, pero no es un respeto verdadero, no es desde el corazón, las
personas tienen miedo de nosotros y nos respetan porque quieren recibir algo de
nosotros, pero no es un respeto natural, espontaneo por nuestro valor.
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