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Superando la preocupación transformando el sistema de creencias

 ¿Cuál es una buena definición de preocupación? La preocupación es un proceso de imaginar el peor resultado o un futuro posible en una situación particular y crear una imagen viva y activa frente al ojo de tu mente, y luego usar la energía de esa imagen negativa para fluir dentro de tu conciencia. para dominar o debilitar completamente su yo espiritual y, como resultado, su yo físico y crear miedo en el yo.


Cuando se le pregunta a la gente sobre este proceso, una persona que está apegada a este proceso y está involucrada en el proceso con mucha regularidad todo el día en diferentes tipos de situaciones, alguien que se preocupa habitualmente, responde - Pero es importante preocuparse, es bueno preocuparse. Si no pensamos en diferentes posibles resultados negativos, ¿Cómo nos prepararemos para ellos? 

Es importante darse cuenta de que la creencia de que al preocuparnos nos preparamos para lo peor en el futuro es falsa. Esta creencia hace que no nos demos cuenta de la verdad de que toda preocupación es simplemente una creación incorrecta e infructuosa. Es un mal uso de la capacidad positiva, constructiva e imaginativa de nuestra mente e intelecto que, en lugar de empoderar la mente y el intelecto, los debilita. 


Prepararse para el futuro es importante y necesario, pero muy a menudo, mientras lo hacemos, entramos en el territorio de la preocupación, que nos deja derrotados o debilitados. Existe una línea muy fina entre la preparación necesaria por adelantado, por un lado, y la preocupación, por el otro. La preparación se puede hacer sin crear un número excesivo de posibles resultados negativos en la mente. 

Por otro lado, imaginar posibles resultados o resultados positivos tendrá el doble efecto de no solo mantenernos alejados de los resultados negativos (incluso si existe la posibilidad de que ocurran), sino que también atraerá los resultados positivos hacia nosotros. 

Pero para garantizar que se produzcan ambos procesos, es importante no atribuir posibles resultados negativos al mismo, ni siquiera en la medida más mínima, de lo contrario, se reduce la probabilidad de que los futuros positivos se conviertan en realidad. Preocuparse es otra palabra para este proceso de apego.

La preocupación es un tipo de hábito mental que surge de la creencia de que es bueno preocuparse. Esta creencia se adquiere durante nuestra infancia. Y luego sigue fortaleciéndose a partir de nuestras experiencias de vida. Partimos de esta creencia. Eso atrae circunstancias negativas; como resultado, la creencia se fortalece aún más, porque cree que con una vida llena de tantas circunstancias negativas, es importante pensar en los resultados negativos de antemano. No te das cuenta de que estas situaciones negativas ocurrieron en primer lugar debido en gran parte a esta creencia. 

Cuando nos enfrentamos a una situación negativa, nuevamente nos preocupamos porque mantenemos esa creencia. De nuevo, es el mismo resultado. De esta forma, estamos atrapados en un círculo vicioso. 

¿Cómo salimos de este ciclo? Al cambiar esta creencia a, no es bueno preocuparse. Una vez que hacemos eso, no hay garantía de que las situaciones negativas dejarán de surgir por completo en nuestra vida, porque hemos realizado acciones negativas en el pasado (ya sea en este nacimiento o en nacimientos pasados), que deben resolverse en nuestro presente, pero el Se minimizará el alcance de las situaciones negativas. 

E incluso si vienen, se irán antes, si tenemos una conciencia libre de preocupaciones.


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