Por Elsa María Fríes
En el Raja Yoga conocemos siete cualidades
inherentes al ser espiritual: Poder-Fortaleza espiritual, Pureza, Felicidad,
Amor espiritual, Paz, Sabiduría y Gozo-Dicha; estas cualidades son la energía que activa al ser espiritual y por
ende al ser físico.
De otra parte, algunas de las primeras tradiciones hinduistas nos
mencionan los chakras, entendidos como centros de energía electromagnética que
surgen de promedios de los campos positivos o negativos del ser espiritual, las
fuentes hindúes señalan que son siete los chakras principales a través de los
cuales fluye la energía sutil del ser espiritual y que cada uno de ellos
impacta determinadas áreas de la corporalidad.
Algunos autores hindúes se refieren a la Psicobiología del ser humano y
relacionan cada una de las cualidades innatas del ser espiritual como la
energía que vibra en cada uno de los siete chakras principales del ser y por
consiguiente las cualidades innatas tienen que ver con la salud de una porción
especifica de la corporalidad física:
La fortaleza espiritual que se traduce en coraje, en valentía, en determinación, en estabilidad, y en las capacidades de analizar, decidir y enfrentar, vibra en el chakra Raiz y se ocupa de nuestras debilidades, y miedos a la vez que del elemento tierra, que en la corporalidad se constituye por la fuerza de los sistemas muscular y esqueletal.
La Pureza que se deja ver a través de las virtudes de
inocencia, honestidad, limpieza, sencillez, confianza, vibra en el chakra
Sacro, nos hace vencer la culpa y las impurezas, al mismo tiempo que cuida del
elemento agua, que en el cuerpo físico se manifiesta en los líquidos
corporales, sangre, linfa, y en los sistemas reproductor y excretor.
La Felicidad que se manifiesta a través del entusiasmo,
la alegría, la dulzura, la satisfacción, la flexibilidad y la sonrisa, vibra en
el chakra Plexo Solar, combate la pena, el pesar, el sufrimiento y cuida del
elemento Fuego, que en la corporalidad corresponde al metabolismo y al sistema
digestivo.
El Amor espiritual, que se traduce en
generosidad, tolerancia, perdón, respeto, aceptación y muchas más cualidades,
vibra en el chakra Corazón, nos previene de la lujuria y de la avaricia de los
sentidos físicos, a la vez que se ocupa del elemento aire, y en el cuerpo
físico tiene que ver con los sistemas respiratorio y cardiovascular.
La Paz, que se deja ver en el silencio,
la paciencia, la armonía, la calma, la serenidad, la cooperación, vibra en el
chakra garganta, contrarresta la ira y la mentira, al mismo tiempo que tiene
que ver con el elemento éter o espacio, y en el cuerpo físico con las vías
respiratorias altas, los ojos, los oídos, la nariz y la garganta.
La Sabiduría que se manifiesta en
la fe, la verdad, la intuición, la madurez espiritual, la responsabilidad y el
entendimiento, vibra en el chakra tercer ojo, nos ayuda a manejar la ignorancia
espiritual, la creencia en el mundo ilusorio y de mentiras del exceso de
materialidad, a la vez que impacta al elemento ser racional, y por ende a los
sistemas nervioso y endocrino.
El Gozo-Dicha que se manifiesta en
la bondad, la autoestima elevada, la introversión, la iluminación, el desapego,
la libertad, la plenitud, vibra en el chakra corona, cuida del ser emocional, y
en la corporalidad de los sistemas inmune, endocrino y nervioso.
Así, la invitación de hoy es a reflexionar sobre
las enfermedades que nos aquejan pues ellas son camino para conocer nuestras
carencias espirituales y la reflexión nos puede conducir a reconocer sobre, en
cuál o cuáles de las cualidades inherentes al ser espiritual hemos de centrar
nuestros procesos meditativos para el beneficio del ser espiritual, del cuerpo
físico y del mundo material.
¡Los mejores deseos por su salud física y
espiritual!!!
Comentarios
Publicar un comentario