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Como es la semilla, así es el fruto

Varias veces encontramos cosas que suceden inesperadamente. 

Sin embargo, debe entenderse que nada es inesperado o una cuestión de azar, sino que todo depende de las semillas sembradas previamente. 

Cuando existe este entendimiento no hay pasividad, sino la capacidad de asumir la responsabilidad y mejorar la situación.

Todo lo que hago tiene un significado profundo y una importancia para lo que tengo que lograr.

 Cuando entiendo este hecho, puedo aprovechar al máximo lo que tengo. 

Nunca me desaniman los resultados negativos que obtengo hoy, ni me llevo a una gran altura por las cosas positivas que obtengo. 

Me mantengo estable y hago el mejor uso de lo que tengo.



 

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