Por Elsa María Fríes Hace algunos años conocí la investigación del profesor Masaru Emoto, un japonés que se dedicó a investigar el efecto de la vibración en el agua, mediante la fotografía de la congelación de aguas de distintas fuentes, y sometidas al impacto de distintas vibraciones. Entre sus conclusiones nos señala que las vibraciones de la atmósfera de diferentes lugares, y de diferentes palabras pronunciadas frente al agua, tienen un impacto en la formación de cristales en el agua congelada, cuya belleza varía según la vibración sea más o menos elevada, y específicamente señaló que las palabras Amor y Gratitud, que evocan sentimientos elevados y muy elevadas vibraciones, fueron las que le reportaron los cristales de agua más hermosos. En este diciembre atípico creo que cae muy bien utilizar el poder de las palabras amor y gratitud para traer a nuestro corazón tales sentimientos, lo que impactará positivamente, tanto a nuestro cuerpo, como a nuestro entorno: · ...