El que es dueño de sí mismo siempre es capaz de crear el tipo correcto de pensamientos según las circunstancias.
Nunca existe la dependencia de situaciones o personas para el tipo correcto de respuestas.
Dado que hay dominio sobre los pensamientos, también hay dominio sobre todas las palabras dichas y todo lo que se hace.
Cuando puedo ser un maestro de mí mismo, puedo crear pensamientos positivos constantemente.
Estoy en contacto con los recursos internos y puedo hacer uso de estos recursos de manera oportuna.
Nunca me confundo ni me presiono con
situaciones externas, pero puedo tener el control en todas las situaciones.
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